sábado, 9 de marzo de 2013

Quitar las telarañas


Nunca dejo de escribir, pero solo son pequeños retales de mi cuaderno lo que transmiten y representan algo que no tengo porque guardar para mí.
Este pequeño hueco de internet, que apenas lee nadie, es útil, útil para mi y para dar libertad a algunas letras que necesitan salir de mi cuaderno.

Recuerdo el día que tuve valor para coger el lápiz y enfrentarme al papel, también recuerdo que ese día jamás pensé lo que iba a llegar a ser esto para mi. Mi bloc, mi altar, mi sitio, mi hueco, alguien que me oye y escucha todo lo que tengo que decirle. 

Sigo sin poder dormir lo que quisiera, sigo siendo el mismo, con lo bueno y con lo malo, y sigo viendo pasar gente delante de mi, que se queda y luego se va, o que ni siquiera paran. También sigo viendo a los que estaban, están y estoy seguro que de una forma u otra seguirán.
Llevo tatuado en mi cabeza "resiste", aguanta ante todo, mantente real y fiel a ti mismo. 

Me merezco lo mejor, y estoy seguro de ello. No me pidáis ser la persona que no soy, que tan solo queréis que sea. 

Sigo esperando mi turno, intentado que de una vez por todas no tenga porque pensar, porque ocupar mi tiempo en algo que no me corresponde, y quizás poder disfrutar de soledad.

Aspiro a no guardar hastío, 
a vivir tranquilo, 
y lejos de este sitio. 

La mundana sensación 
de falta de aire, 
mi vida entera corre, 
por eso escribo de noche
oyendo la lluvia, 
pero las gotas caen de mí
y no de las nubes.

Hoy te veo lejos,
mañana será otro día...





No me olvides nunca, ni lo que he hecho por ti. Nunca.