martes, 3 de julio de 2012

Mil y pico lagrimas

A veces vuelo,
cierro los ojos, escapo
La vida se vuelve inerte,
Se oye en las esquinas algún último aliento.
Ya pocos me hacen daño, 
sigo llorando y sufriendo, 
pero soy fuerte, 
más aun si tú estás.
Ya pocos pueden conmigo,
son menos los que quedan.
Recorro erguido un camino, 
fiel a mis acompañantes, 
esos que llorarían por mi, 
y por los que yo gaste,
sabiamente, mil y pico lagrimas.


Por que la mayor obligación que me impone mi ser es no abandonarme nunca, ni hacerlo a aquellos que siguieron conmigo. Sigo buscando paz, en alguna parte de este mundo. 

David.

No hay comentarios:

Publicar un comentario